martes, 16 de julio de 2019

El verdadero Cooke y el daño que le hizo al peronismo contado por Jorge Rulli hace 14 años.




Por que y como queríamos al "Gordo" Cooke.
Declararse marxista fue como dejar entrar a los gatos a la vidriera de la carnicería.

Crece a nuestro alrededor un clima de rechazo, de hastío y de hartazgo, en relación a la danza de candidatos y de listas .la perinola de opciones y de alianzas, el entremezclado de afiliaciones que algunos ingenuos o acaso demasiado pícaros quieren ordenar, como si se pudiera hoy en día saber quién pertenece en la Argentina a cada partido, cuando los partidos significan tan poco, cuando están tan vaciados que los palos del mazo se han mezclado y ya todo parece dar igual en la infernal mezcolanza de los boliches partidarios.
Yo quería dar la opinión de este programa en relación a lo que parece ser la definitiva catástrofe del modelo de representación política en la Argentina y, tal como acostumbramos, pensaba intentar incorporar una mirada diferente.
Quisiera poder recomenzar una historia, remontándome a John William Cooke de la Resistencia Peronista, el que escapó de Río Gallegos alguna vez con toda la conducción encarcelada y se pasaron a Chile en un operativo extraordinario, recuerdo todavía nuestra exaltación de Buenos Aires, buscando noticias que no íbamos a encontrar porque la Dictadura estaba anonadada, estaba paralizada por un hecho increíble... se les había escapado de una de las cárceles más seguras toda la dirección del Movimiento, Cámpora, Espejo, el mismo Cooke, el legendario Guillermo Patricio Kelly y hasta Jorge Antonio, el autor del operativo. Cooke era el segundo de Perón. En aquellos tiempos difíciles el General acosado por los asesinos que enviaba a Venezuela para matarlo la llamada Revolución Libertadora, había delegado el mando en caso de ser muerto en el Bebe Cooke. El Bebe era un tipo de extraordinaria inteligencia, más que inteligente brillante, querible hasta el exceso, absolutamente humano, capaz de interrumpir una reunión cumbre de la política para irse a la confitería mas cercana a llenarse de masas con crema y a la vez, hombre de un valor extraordinario que probó mil veces en la clandestinidad y en la cárcel arriesgando su vida en medio de los simulacros de fusilamiento, para no ser denigrado. Nosotros que lo conocimos, amábamos al "Gordo".

El verdadero Cooke.

El problema ahora es el de la tergiversación política de la historia reciente, por parte de los que no lo conocieron y tan sólo lo leen, y porque lo leen bajo las doctrinas del análisis del discurso de Laclau, que desde ya no se le puede echar la culpa al maestro por las artes mal aprendidas, pero el hecho es que Cooke ha devenido en el exponente del supuesto peronismo revolucionario. Lo cual habría sido escándalo en otras épocas pero no en esta época de mentiras y catástrofes en que pareciera que todo vale...

Cooke en Santiago de Chile comenzó a través de su amigo Ramón Prieto el camino de la negociación con los personeros de izquierda del frondicismo, un camino que él vio como una negociación ventajosa para recuperar a los numerosos presos, los exiliados, los sindicatos intervenidos y recuperar la personería del Partido, pero que le restó incluyendo a sus propios compañeros del Comando Nacional: César Marcos, Raúl Lagomarsino, Claudio Adiego Francia, Magín Del Carmen Guzmán y muchos otros, consideraron como un camino de capitulación irreversible y desde el Periódico "El Guerrillero" y otros denostaron duramente. Todos nos alejamos del "Gordo" en aquellos días, convencidos que se había equivocado. Perón, sin embargo, lo respaldó en su proyecto político de apoyo a una salida negociada pero le advirtió que él correría con todos los riesgos de la jugada. Eran las reglas del juego entre el Conductor y su mano derecha. El apoyo a Frondizi terminó en un desastre y el "Gordo" abandonó su rol de conducción que tenía. No perdió nunca nuestro aprecio y nuestro enorme cariño, pero dejó para siempre de ser lo que había sido, conducción vicaria del movimiento popular más grande de la América Latina. No participó de las luchas del Frigorífico Lisandro De La Torre como afirmaban algunos inadvertidos, no participó tampoco en el proceso de la guerrilla del Uturunco, sencillamente porque no era conducción en la Segunda Resistencia que se inicia cuando el peronismo rompe con el gobierno de Frondizi. El "Gordo" sencillamente desensilla y en un momento dado se va a Cuba.
El retorno del "Bebe" Cooke se va a producir algunos años después, en el 64, luego del CONINTES y de los enfrentamientos militares entre azules y colorados, después o simultáneo con el intento cubano de Masetti en el Norte, cuando el país ya vive otras historias. Su figura había dejado de ser la leyenda que alguna vez fuera, pero su figura seguía siendo importante, muchos fuimos a reencontrarnos con Cooke a su regreso, a ver qué pensaba, en que plan venía...
Paradójicamente, nos encontramos con que el que se había marchado por derecha ahora aparecía por izquierda, el "Gordo" siempre sorprendente, venía como expresión y portavoz de la Revolución Cubana, se había hecho marxista exhibía fotos de la campaña de Escambray con uniforme del ejército rebelde, donde había combatido y que muchos disminuían diciendo que en realidad había oficiado como cocinero de la milicia cubana. Muchos años después tuve oportunidad de conversar con veteranos de aquella campaña y creo que aunque haya sido Cooke cocinero eso no era poco riesgo en una pelea donde los cubanos tuvieron que peinar la sierra metro a metro porque el enemigo se les ocultaba bajo la cubierta de las hojas en cada hoyo del terreno para poder pasar las líneas de rastrillaje en que los soldados avanzaban lentamente a pocos metros uno de los otros y mezclarse entre la población de la zona. Pero no importa eso, en aquellos años el "gordo" querible como siempre, nos suscitaba un mucho de respeto y algo de sorna, sus aires de gran revolucionario no concordaban con su rol en el peronismo que era prácticamente nulo, mas allá del respeto o de la correspondencia con Perón que pudiese mantener.


Cuando Cooke deja entrar los gatos en la vidriera de la carnicería...


Fueron los años de la producción política de Cooke desde el pensamiento marxista que hoy dan pie a la leyenda de su nuevo rol revolucionario. En esos años el Bebe gesta una frase que hace historia: EL PERONISMO ES UN INMENSO GIGANTE INVERTEBRADO. Una frase que aún muchos repiten y que para mi sella por muchos años el destino trágico de este país que, suele confundirse con el del peronismo. Porque en aquel momento, bajo la influencia de la Revolución Cubana respaldada por la URSS, en medio de un proceso de toma de conciencia masivo de los sectores medios y en especial de los estudiantes, fue como dejar entrar los gatos en la vidriera de la carnicería. Fue una frase vista a la distancia, yo diría trágicamente obscena. Tanto como para decir que el peronismo era un movimiento descerebrado, un movimiento que requería que lo organizasen, que le proveyeran de la conducción que no sabía darse por si mismo... En esa frase emblemática que configura el portal de entrada masivo de los sectores medios al movimiento popular, radican muchos de los desencuentros y de los fracasos de los años posteriores, la pérdida de autenticidad de la representación popular, el entrismo masivo y en definitiva la constitución de un peronismo diferente, el famoso peronismo de los setenta o setentismo.


El setentismo, aún no superado...

El enorme complejo del movimiento popular que aceptó esa conducción de los sectores medios que llegaban  desde la izquierda o desde el cristianismo a ilustrarlos, a conducirlos, a organizarlos, que aún sin quererlo, trituraban toda propia experiencia histórica de aquel otro peronismo, que dañaban o interrumpían irreversiblemente ciertas memorias colectivas, esos daños aún están vigentes. Porque sobre el enorme, demencial fracaso del '75 en que la conducción de mesiánicos militarizados desorbitó conscientemente el proceso de liberación, enfrentando al movimiento con su propio líder y sacando de madre al cauce de la historia, vamos a vivir la espantosa experiencia del genocidio militar, las topadoras sobre las villas, los traslados manu militari de poblaciones, las desapariciones de delegados de fábricas y se instala entonces el silencio de la derrota profunda sobre ese pueblo desorientado. Y luego viene el Mundial de Fútbol y las Malvinas, en que nuevamente la gente trata de expresarse, de reencontrarse en la fiesta popular de los espacios públicos, en que se trata desesperadamente de volver a creer y en que todo termina nuevamente en traición, en fracaso y en resaca como en las malas borracheras.
Y por si fuera poco, luego vienen la Democracia con la que no se come, ni se educa, ni se cura como creyó el alfonsinismo y los muchos otros iluminados de aquel entrismo setentista que ahora estaban en el Club Socialista dándole letra al gobierno radical. Y sobre llovido mojado tuvimos el menemismo donde se reciclaron tantos revolucionarios de ayer y donde la gente volcó a creer y a votar una y otra vez de puro renegada, de pura y tonta obstinación en la porfía de buscar el fondo de la crisis o de la propia y radical negación. Y hoy sus descendientes, fragmentos astillados de aquel Pueblo que fuera, desfilan como planes jefas y jefes bajo cualquier bandera, se ponen chalecos con siglas que sólo les significan poder recibir esa limosna de los planes, la contención alimentaria de algunos comedores y la seguridad de tener otra vez una organización que no los deje solos en la desesperanza y en la intemperie del neoliberalismo que pervive.
Es el pueblo argentino buscándose a sí mismo, autor de tantas y de tantas hazañas, los mismos que alguna vez ataron sus caballos en la pirámide de mayo y que en otra oportunidad se lavaron las patas en la fuente. Los que lloraron a Evita y a Perón y no han podido consolar su duelo, los que pelearon en Malvinas, los que recrean en el fútbol sus ilusiones, los que esperan, los que cartonean aguardando otros horizontes... No los defraudemos de nuevo, ellos tenían sus modos de organización cuando se los pretendió organizar de otra manera. Ellos tenían un pensamiento complejo o de incorporación directa de la realidad cuando se les pretendió incorporar un discurso clasista y anticapitalista como si no lo tuvieran... Algunos, muchos, no aprendieron y siguen en la misma variante soberbia de pretender bajarle línea a la gente. Muchos otros tratamos de pensar, de alimentar otras miradas, de recrear a lo suma situaciones que posibiliten que esta multitud desorientada que hoy reclama planes o combos de Mc Donalds, vuelva a pretender adueñarse de su propio destino. No importa lo que voten en las próximas elecciones, no importa si votan o no votan, estamos seguros que los grandes desafíos seguirán pendientes: Retomar el proceso de Liberación o Dependencia, reorganizar el Estado como instrumento jurídico de la Nación, repoblar el territorio ocupado hoy por la soja y asegurar la Soberanía Alimentaria, darse nuevos modos de representación política, volver a ser en definitiva, dueños del propio destino. En esa espera intensa que reconoce otros tiempos, somos activistas entusiastas...


Jorge Rulli - Horizonte Sur - Radio Nacional - 16 de julio de 2005

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